Cáncer de mama y fertilidad, ¿puedo ser mamá después del cáncer?

El 19 de octubre es el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, uno de los tumores que ha experimentado un incremento en su incidencia, y la edad de aparición es cada vez menor. Una mujer de cada ocho padecerá este tipo de cáncer a lo largo de su vida.

Afortunadamente el diagnóstico temprano y los actuales tratamientos han conseguido unas tasas de curación muy favorables, con una supervivencia superior al 80%. Por lo que cáncer de mama es uno de los tumores con mayor tasa de supervivencia.

Desde Clínica Fertia hemos querido preparar un post informativo sobre el cáncer y la fertilidad con el que esperamos resolver algunas de las dudas más comunes. Creemos que es importante que las mujeres diagnosticadas con cáncer sepan que el tratamiento puede afectar a su fertilidad, pero que existen método para preservarla y que puedan ser mamás en un futuro.

Cuando el diagnóstico llega en el periodo fértil de la mujer, son muchos los sueños y los proyectos que se paralizan, pues el paso del tiempo y los tratamientos pueden mermar la capacidad de la mujer para ser madre.

La infertilidad es un problema en pacientes jóvenes en las que se diagnostica un cáncer de mama; la mayor parte de las pacientes no reciben información sobre los cambios que se van a producir en su capacidad genésica (para tener hijos).

El diagnóstico de cáncer de mama en una mujer joven en estadios iniciales y con una buena supervivencia conlleva al planteamiento de su futuro reproductivo. Es posible realizar una preservación de la fertilidad antes de comenzar con el tratamiento oncológico, realizar una estimulación controlada destinada a vitrificar los óvulos o los embriones para que, una vez superada la enfermedad, la mujer puedan tener hijos con sus propios gametos.

Consecuencias de los tratamientos médicos contra el cáncer de mama sobre la fertilidad

Existe evidencia de que los tratamientos quimioterápicos que se administran para el cáncer de mama tiene un impacto negativo en la fertilidad, pueden provocar:

  • Una disminución natural del número de óvulos y el cese de su maduración. La cantidad de óvulos viene determinada al nacer y disminuye a lo largo de la vida con cada ciclo menstrual, no se generan nuevos. Esta pérdida de óvulos funcionales depende de factores como la edad en el momento de la enfermedad, el tipo de cáncer, el tratamiento médico utilizado, la dosis y el número de ciclos.
  • Una disminución de la calidad de los óvulos, independientemente de que la paciente no pierda la función ovárica.
  • Fallo ovárico precoz, que conlleva, además del cese de la función reproductiva y hormonal, otros síntomas derivados de esta última, como sofocos.

¿Cómo proteger la función del ovario del efecto tóxico de la quimioterapia?

La protección farmacológica del ovario durante la quimioterapia puede conseguirse mediante la administración de análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) con la intención de mantener en reposo a los ovarios. Son medicamentos hormonales de acción prolongada que se pueden usar para provocar que una mujer entre en la menopausia por un corto tiempo. Esto se llama supresión ovárica. El objetivo de este tratamiento es provocar que los ovarios dejen de funcionar durante el tratamiento del cáncer para ayudar a protegerlos de los efectos dañinos. Se espera que la reducción de la actividad en los ovarios durante el tratamiento reduzca el número de óvulos que son afectados, de modo que las mujeres podrían reanudar los ciclos menstruales normales después del tratamiento. Sin embargo, los estudios no son claros sobre los efectos de este tratamiento como una forma de preservar la fertilidad. Los expertos no recomiendan usar la supresión ovárica en lugar de la criopreservación u otros métodos comprobados de preservación de la fertilidad.

Métodos de preservación de la fertilidad

¿Cómo preservar la fertilidad?

Cuando una paciente es diagnosticada de cáncer y acude para preservar su fertilidad, se analizan las mejores opciones para conservar sus gametos sin afectar la evolución de su enfermedad.

En el caso de las mujeres, las técnicas más usadas son:

  • Criopreservación de embriones, es el método más exitoso de preservación de la fertilidad. También se llama fertilización in vitro. Se realiza un protocolo de estimulacón ovárica que produzca el menor incremento estrogénico. Se extraen los óvulos y se fertilizan con el esperma en un laboratorio. Los embriones resultantes se congelan hasta más adelante.
  • La vitrificación de ovocitos, que consiste en la criopreservación: inmersión directa en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC- de los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica, con el fin de usarlos una vez superada la enfermedad con la misma calidad con la que se guardaron.
  • Criopreservación de corteza ovárica, que consiste en la extracción mediante cirugía laparoscópica de parte del tejido ovárico (rico en folículos primordiales) para su posterior autotransplante. Esta técnica se aplica en aquellos casos que requieren un inicio inmediato de quimioterapia (sin tiempo para la estimulación ovárica) en mujeres en las que la estimulación ovárica no estaría recomendada o en niñas pre-púberes. (aún no han tenido su primera menstruación). Es todavía experimental aunque ya existen nacidos vivos tras esta técnica.

En Clínica Fertia nos sentimos orgullosos de haber podido ayudar a muchas guerreras a ser mamás tras superar el cáncer, de formar parte de estas bonitas historias de superación y amor.

Si has sido diagnosticada de cáncer, esperamos que este post te haya servido de ayuda y te animamos a contactar con nuestra clínica para que podamos conocer tu caso y resolver cualquier duda que te surja.

¡En esta batalla estamos juntas y te acompañaremos para que tu sueño de ser mamá se pueda hacer realidad!