¿Qué tratamientos existen para combatir la infertilidad masculina?
El 30% de los casos de infertilidad tienen una causa masculina. Son múltiples los factores que pueden estar implicados en la infertilidad masculina: infecciones, varicocele, obstrucción ductal, disfunción eyaculatoria, trastornos endocrinos, exposición a tóxicos, alteraciones genéticas del desarrollo testicular, etc.
La edad y el peso también son factores que influyen en la fertilidad del varón. La valoración de las distintas patologías y su adecuado diagnóstico nos permite el mejor abordaje terapéutico con el fin de obtener los mejores resultados.
Causas del fallo de implantación
Estudio básico de análisis de semen
Según la OMS se considera normal aquella muestra que presente una concentración de espermatozoides de al menos 15 millones por mililitro, con al menos un 32% de espermatozoides con movilidad progresiva, y un 4% de espermatozoides de morfología normal. Los hallazgos en el seminograma pueden determinar la presencia de diferentes tipos de anomalías, en su concentración (oligozoospermia), en su movimiento (astenozoospermia), en su forma (teratozoospermia) o en su vitalidad (necrozoospermia). Ausencia de espermatozoides en el eyaculado (azoospermia).
Cultivo seminal
Estudio endocrinológico
Estudios genéticos
Cariotipo, estudio de fibrosis quística, o microdeleciones del cromosoma Y, pueden ser relevantes para identificar patología genética responsable de alteraciones graves del seminograma.
Estudio de fragmentación de ADN espermático
La fragmentación del ADN espermático es una de las causas de infertilidad masculina también relacionada con abortos de repetición y mala calidad embrionaria. La fragmentación de ADN puede dificultar el embarazo incluso en los casos en los que el seminograma parezca normal. En algunos casos el ovocito puede reparar el daño del DNA del espermatozoide que lo ha fecundado, ello va a depender del tipo de lesión en el DNA, el porcentaje de DNA espermático afectado así como de la calidad del ovocito que está ligada a la edad de la paciente.
La función del espermatozoide es la de transportar la cadena de ADN del padre e insertarlo en el óvulo para la formación del embrión. De esta forma, el embrión portará la mitad del ADN de cada progenitor. Si la cadena de ADN presenta algún daño, pueden desarrollarse problemas de infertilidad masculina o abortos. La técnica para cuantificar el daño en el ADN se conoce como citometría de flujo, se trata de una técnica compleja que analiza de forma pormenorizada la existencia de roturas en las cadenas de ADN de miles de espermatozoides (llega a analizar más de 10.000), obteniendo así un análisis fiable del estado del DNA de la muestra. Normalmente la fragmentación de ADN se relaciona con factores ambientales que provocan altos niveles de oxidación a nivel del testículo.
Estudio FISH en semen
El análisis de los espermatozoides mediante FISH nos permitirá determinar los niveles de espermatozoides con un número de cromosomas anormal. Si este porcentaje se encuentra alterado, normalmente suele tener implicaciones en la fertilidad de la pareja. La carga cromosómica además está relacionada con los abortos de repetición. En estos casos, el embrión se fertiliza, desarrolla e implanta, pero termina en aborto. En aquellos casos con estudio FISH alterado se recomienda estudio genético preimplantación de los embriones.
¿Qué estrategias aplicamos?
Una vez obtenida la muestra hemos de asegurarnos de que el proceso de selección de espermatozoides sea el más adecuado en función de cada caso concreto. Estos son los siguientes tratamientos que aplicamos para combatir la infertilidad masculina:
ICSI fisiológica o PICSI. Se seleccionan los espermatozoides en función de su afinidad por el ácido hialurónico, característico de espermatozoides maduros con menor fragmentación de ADN.
Columnas de anexina. MACS.Se seleccionan mediante esta técnica de inmunomagnética, los espermatozoides que no presentan fenómenos de apoptosis (muerte celular) y por tanto con menor fragmentación de ADN y mayor potencial fecundante.
Fertile chip o Zymot. Son dispositivos que gracias a la separación de espermatozoides mediante tecnología de microfluidos imitando las condiciones del tracto genital femenino, seleccionan aquéllos espermatozoides con mejor motilidad y morfología y menor fragmentación de ADN, sin ser precio el procedimiento de centrifugación previa lo que disminuye el daño oxidativo de la muestra.
¿Cuándo consultar con un especialista?
Cuando una pareja ha mantenido relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos durante un periodo de tiempo determinado y no logra concebir un hijo, puede estar enfrentando problemas de infertilidad masculina. El tiempo que se espera para buscar ayuda médica varía en función de la edad de la mujer, siendo de un año para mujeres menores de 35 años, seis meses para mujeres de entre 35 y 40 años, y sin demoras en el caso de mujeres mayores de 40 años o cuando existen antecedentes médicos que sugieren problemas en el hombre, como malformaciones genitales corregidas en la infancia, dificultades en las relaciones sexuales u otros problemas en la historia clínica.
Antiguamente, las opciones de tratamiento eran limitadas y la utilización de semen de donante era la única solución viable. Hoy en día, existen técnicas avanzadas como la Fecundación in Vitro (FIV), la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), la Punción Aspiración del Testículo (PAAF) y la biopsia testicular, que permiten obtener espermatozoides con mayor eficacia, reduciendo así la necesidad de recurrir al uso de semen de donante.
¿Qué es la criopreservación de espermatozoides?
La congelación de espermatozoides, permite preservar la fertilidad en casos de pacientes que presentan riesgo de afectación de su fertilidad debido a tratamientos oncológicos (radio, quimioterapia), previo a una vasectomía, y en ocasiones se realiza en aquellos pacientes que por diversos motivos no pueden estar presentes en el momento de la realización del tratamiento de reproducción asistida.
¿Qué hacer ante la azoospermia?
Se define como la ausencia de espermatozoides en el eyaculado en un mínimo de dos seminogramas. Lo más importante es la realización de un estudio pormenorizado para identificar la causa. La azoospermia puede ser obstructiva o secretora. La azoospermia obstructiva se da por la oclusión de las vías seminales, se mantiene la espermatogénesis pero los espermatozoides no puede ser evacuados y puede ser debida a traumatismos, inflamación, post vasectomía o por alteraciones genéticas (mutaciones en el gen FMR1 en relación con fibrosis quística). Cuando hablamos de la azoospermia secretora hacemos referencia a que no se producen espermatozoides a nivel testicular, ya sea por causas hormonales o genéticas (microdeleciones del cromosoma Y).
La recuperación de espermatozoides se realiza a nivel del tejido testicular ya sea mediante TESE o biopsia testicular, o TESA: punción con aguja fina en la que aspiramos espermatozoides testiculares. Una vez obtenida la muestra, nos aseguramos de que los procesos en el laboratorio, para la selección de espermatozoides, sean los más adecuados en cada caso. Desde la aplicación de técnicas como Fertile chip, MACS… a la búsqueda sistemática durante horas de espermatozoides en el parénquima testicular. Solo en los casos en los que no es posible obtener espermatozoides habremos de recurrir a la utilización de espermatozoides de donante.