Riesgos de ser mamá a los 40

Los embarazos tardíos tienen más complicaciones en general, pero eso no significa que tu embarazo tenga que ir mal. Es importante que conozcas los riesgos, aunque también te adelantamos que existen algunas ventajas de afrontar la maternidad con mayor madurez-

Primer trimestre

En el primer trimestre de gestación de embarazos en edad madura suele haber una mayor tasa de abortos espontáneos por cromosopatías (como síndrome de Down, de Edwards…) y las patologías que pueden afectar al útero materno.

Hoy en día se pueden diagnosticar estas enfermedades en el mismo embarazo antes del nacimiento, con pruebas no invasivas, como el test prenatal no invasivo, y en algunos casos con métodos invasivo como la biopsia corial o la amniocentesis.

Segundo trimestre

En el segundo trimestre de embarazo es frecuente diagnosticar tensión alta y diabetes gestacional, que también se pueden dar en embarazos a una edad más temprana.

Tercer trimestre

En los últimos meses de gestación puede haber alteraciones en el crecimiento del feto: bebés pequeños para su edad gestacional o crecimiento intrauterino retardado.

Enfermedades del embarazo que se agravan

Hiperémesis gravídica o vómitos incontrolados

Las náuseas y los vómitos son frecuentes en el primer trimestre de embarazo, a cualquier edad, y no suelen suponer un riesgo en el embarazo.

Pero cuando los vómitos originan una pérdida de peso superior al 5%, deshidratación y la aparición de cuerpos cetónicas o la orina o cetonuria (aparecen cuando el cuerpo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar energía) debido a la imposibilidad para alimentarse e hidratarse correctamente, se da una situación que puede llegar a ser preocupante.

Es lo que conocemos como hiperémesis gravídica y afecta más a las mujeres mayores de 40 años.

Diabetes gestacional

Es un trastorno del embarazo bastante frecuente cuya incidencia aumenta a medida que se incrementa la edad materna. Se produce porque en la segunda mitad del embarazo el organismo de la mujer produce grandes cantidades de una hormona, el lactógeno placentario, y aumenta la necesidad de otra, la insulina, que permite que el azúcar procedente de los alimentos se almacene para su posterior uso. Si la diabetes está controlada no suele representar ningún problema.

Hipertensión arterial: preeclampsia y eclampsia

Se da con mayor frecuencia en las mujeres mayores de 40 años, sobre todo porque en ocasiones son mujeres que ya sufrían de hipertensión antes de quedarse embarazadas. Cuando la tensión alta se acompaña de otros síntomas, como niveles altos de proteína en la orina o proteinuria, e hinchazón de manos, pies o cara se trata de una preeclampsia. Cuando esta situación se agrava deriva en una eclampsia y aparecen síntomas como dolor de cabeza, hinchazón excesiva, visión doble, borrosa o con luces y convulsiones.

Desprendimiento de placenta

La placenta es el órgano que nutre a tu bebé a lo largo de todo el embarazo. Se inserta en la pared del útero y allí permanece de forma fija hasta el parto. Una vez que el bebé nace se desprende de la pared y sale, lo que conoce como alumbramiento. Pero a veces, casi siempre durante el tercer trimestre, la placenta se separa de la pared del útero de forma prematura, causando sangrado. En cualquier caso, el desprendimiento prematuro de placenta disminuye el suministro de oxígeno y nutrientes al feto, lo cual lo convierte en una complicación muy grave. Uno de los factores que lo provocan es que la madre haya sobrepasado los 40 años de edad.

Ventajas de ser mamá a los 40

Quedarse embarazada por primera vez con más de 40 años también tiene ciertas ventajas. Por norma general, son mujeres que precisamente por su madurez y sus ganas de ser mamás, cuidan más su salud, lo que beneficia al bebé, y cuentan con una mayor estabilidad emocional y profesional, lo que favorece el desarrollo del niño.

En Clínica Fertia hemos podido comprobar de primera mano que las mamás maduras son gestantes muy motivadas y disciplinadas, siguen todas las recomendaciones médicas respecto a la toma de suplementos vitamínicos, alimentación, estilo de vida, ejercicio…

Un estudio británico y alemán, publicado en la revista International Journal of Epidemiology, señalaba que los hijos de las madres mayores de 35 años de hoy tienen más posibilidades de ser más inteligentes que los nacidos de madres más jóvenes.

Los motivos de esas mayores competencias cognitivas de los pequeños nacidos de madres mayores habría que buscarlos no en si sus madres han cumplido 35 o más años sino en otros factores. Que los niños sean más inteligentes, no se debe a la edad de la madre, sino a su nivel socioeconómico, a los cuidados que tiene en el embarazo, el acceso a oportunidades de desarrollo que le puede ofrecer al niño y la implicación en la crianza del niño.

Otra ventaja es que la depresión posparto es menos frecuente, ya que son madres más maduras emocionalmente. La depresión posparto ocurre a los pocos días de dar a luz y se caracteriza por una especie de melancolía, tristeza, ansiedad y dificultad para dormir. En general, se relaciona con los cambios hormonales que se producen después de dar a luz, pero también con problemas emocionales, como sentirse incapaz de cuidar al bebé.

Si has leído este post puedes que te estés planteando ser mamá con 40 años o más, es cierto que existen algunos riesgos más, pero se puede ser mamá a una edad madura, la decisión de ser madre es algo muy personal a la que afectan muchos factores.

Si sientes que es el momento, te recomendamos pedir una primera cita gratuita en nuestra clínica de fertilidad para que podamos conocer tu historia clínica, aconsejarte e informarte sobre todas las opciones para ser mamá.